La nanotecnología se habría descubierto en la Antigua Roma
Una reliquia que data de los tiempos del Imperio Romano, conocida como la “Copa de Licurgo”, parece demostrar que los artesanos romanos conocían de nanotecnología hace 1600 años.
Los expertos creen que el cáliz fue fabricado entre el año 290 y 325. Sus imágenes de pequeñas esculturas en vidrio, representan escenas de la muerte del rey Licurgo, de Tracia. Si bien parece ser de color verde opaco, al colocársele una luz por detrás, se torna de color rojo translúcido; efecto logrado mediante la incrustación de partículas ínfimas de oro y plata en el vidrio.
Cuando los investigadores británicos revisaron los fragmentos a través de un microscopio descubrieron que el diámetro al que fueron reducidas las partículas de estos metales fue de 50 nanómetros, es decir, equivalentes a una milésima parte de un grano de sal. Esto es actualmente difícil de lograr, por lo que significa un desarrollo absolutamente desconocido para la época. Desde 1958 la Copa de Licurgo permanece en el museo Británico.
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